Nuestra Gaviota nos ha invitado a participar en un juego. Se trata de escribir un pequeño relato, real o ficticio y publicarlo en su blog (http://gaviotasconamor.wordpress.com)
El que se decida a participar, además de publicar su relato, elegirá a otros seis compañeros para que hagan lo mismo. Es un juego, y al final, el relato que más haya gustado se llevará un premio honorífico, “El corazón de chocolate”.
En mi caso, Jesús y Rotze, me animaron a entrar en el concurso. Y yo propongo a:
Julie Sopetran (http://eltiempohabitado.wordpress.com)
Soñando con maletas (http://sonandoconmaletas.wordpress.com)
La Librería de Chelo (http://lalibreriadechelo.wordpress.com)
Diario de Palabras (http://diariodepalabras.wordpress.com)
Farolandia (http://loqueahoramismopienso.wordpress.com)
Perfume de mujer (http://elperfumedemujer.wordpress.com)
Y aquí os dejo mi relato.
EL MAR
Poco a poco recorre los últimos kilómetros de la carretera que se dibuja al borde del acantilado. Hasta ella llega el olor del mar y las gaviotas en vuelo rasante, le anuncian que ya está muy cerca de la casa. Deja atrás la última curva y allí está, blanca, acunada por la tarde que empieza a dejarse abrazar por las sombras del anochecer. Baja del coche y una brisa suave le despeina el cabello y enreda la falda en torno a sus piernas. Camina por el sendero que rodea la casa y cuando llega al final, como siempre, lo que ve le fascina.
Sobre el acantilado la casa parece suspendida en el aire. Sus paredes de cristal salpicadas por mil gotas de sal que reflejan la luz mortecina, parecen un espejo. Las sombras la envuelven como una suave caricia. Oye el arrullo del mar allá abajo.
Adivina que golpea las rocas y sabe que en su retorno deja restos de espuma enredada en sus aristas. Su sonido es como una llamada… plash… plash… suena como el corazón.
Busca el horizonte que se quema en una explosión de rojos ahogados en el agua. Las sombras siguen avanzando.
Ella cierra los ojos y piensa que la oscuridad tiene los mismos tonos que la soledad. Cuando los abre, una luna clara y fría cuelga del cielo. Mira hacia el mar y por una extraña alquimia ve que se han creado sobre él senderos de plata. Un barco solitario los surca.
La luz se enciende en el interior de la casa de cristal. Alguien sale.
Ella baja por el sendero que conduce al mar. Sigue oyendo su llamada. El viento se lleva el sonido de una voz.
Nota que el agua moja sus pies y siente que es fría como su soledad. El agua se enreda en torno a su cuerpo. La envuelve. La mujer oye su sonido al golpear contra las rocas … plash… plash… y piensa, suena como mi corazón.
En lo alto del acantilado la casa de cristal brilla, rescatada de las sombras, por la luz de la luna. La voz la llama más fuerte, planea sobre la superficie rizada del agua. Se pierde.
Los caminos de plata se abren y entrecruzan formando una inmensa tela de araña. El barco sobre ellos surca la noche y la distancia. La luna despierta y blanca lo contempla. El agua choca contra las rocas y deja enganchado en ellas un retazo de mar.
Plash… plas… si, así suena su corazón.
Maria que precioso, a mi el mar no me gusta, eso que vivo cerca, me gusta más el campo. vivo cerca y si que tengo que reconocer, que es precioso. muchos besos
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Hola, Chari, a mí el mar me fascina. Lo encuentro de una belleza difícil de plasmar.
Me alegra que te guste lo que he escrito.
Mil besos, querida…
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Un bonito relato para una maravilla como es el mar.
Muchas gracias por la invitación. Veré si soy capaz de expresar algo.
Besetes.
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Como que si serás capaz…? Lo eres, estoy tan segura como que… bueno ya sabes como qué estoy segura, mi niña.
Besitos…
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Ay, mujer de mucha fe!! 😀
Creo que prepararé uno que escribí hace algún tiempo.
Besos, preciosa.
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No vayas a creer que confío en todos como en ti, Chelete… 🙂
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María muchas felicidades es muy bonito tu relato me encantado, es hermoso el mar como buena gaviota me encanta y estar en el alcantilado.
Reblogueo
Muaskk
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Gracias, Carmeta, es difícil hablar del mar y poder explicar su belleza, pero se puede intentar, verdad?
Besines de martes…
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Claro que si, que se puede a mí es lo que más me inspira, el mar o la mar.
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Reblogueó esto en Gaviotay comentado:
María una mujer especial, siguiente relato.
Venga ánimo que ya queda poco, para al entrega de ese premio tan dulce.
Feliz martes
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Un vaiven de corazón sosegado….
Muy bello relato.
Besos.
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vaivén, (disculpa 😦 )
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Gracias, Alberto,
Es muy fácil escribirle al mar. No sé si bien o mal, 🙂 pero a mí me gusta hacerlo.
Muchos besos…
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Muy, pero que muy bien, no lo dudes.
Besos.
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Gracias, Alberto, con esos ánimos es fácil seguir.
Un abrazo fuerte…
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Precioso relato querida María.
Me ha gustado mucho. El mar, el mar , el mar que tanto nos gusta. jejeje
Besitos.
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Gracias, Rotze,
Ay, ese mar, que provoca tantas sensaciones. Verdad?
Besitos de noche…
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Gracias María!! Gracias por tomarme en cuenta para este juego, lo intentaré jeje, porque sólo escribo frases cortas jajaja, pero bueno vale la pena intentarlo, hace mucho que no lo hago.
Tu relato es precioso y difícil de igualar por no decir, mejorar 😉
Precisamente me fui al mar, que si bien, era viaje de estudios lo aproveché en ratitos, aquí es invierno y no es igual que en verano pero me regaló momentos inolvidables!! Sin casa de cristal, pero igual de hermoso cómo en tu relato.
Por cierto, también es bellísima tu fotografía 🙂
Besos!!
Gabriela
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Pues verás que lo vas a hacer y seguro que muy bien.
Todos lo haremos muy bien y como esto es un juego, seguro que lo vamos a pasar muy bien además de leer muchos y bonitos relatos.
Un abrazote, Gaby y adelante.
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Te leo y releo, María y me salpican tus palabras de ese mar que tanto amas y reflejas en tus ojos. ¡Qué ganas de ver la casa de cristal!, tantas veces imaginada. Precioso, como todo lo que escribes. Suerte y besos.
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Hola mi preciosa amiga,
La Casa de Cristal ¿te acuerdas? Tan bonita y tan real con el mar a sus pies lamiendo las rocas. Ahí estará esperando conocerte.
Me alegra verte por aquí acompañándome, como siempre.
Muchísimos besos…
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Me ha encantado tu relato María, y bueno, agradezco que me invites a participar. Voy a ver si me inspiro, un relato corto, y no sé, no sé si estoy a la altura para colaborar en esto, lo intentaré mi amiga, sé que no puedo decir que no… Creo que lo importante es jugar, muchas gracias por tu invitación.
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Adelante, mi Julie,
Con todas las palabras bellas que encierran tus poemas, seguro que puedes hacer un relato maravilloso.
Besines de buenas noches…
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PRECIOSO, RELATO, SOBRE UNA DAMA, EL MAR Y UNA CAS DE TRANSPARENCIA MERMADA CPOR LA GOTAS DE AGUA SALPICADAS POR LA OLAS, ELLA ESTA SOLA. UN ABRZO FUERTE
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Y lo mejor de todo, Lambertus, es que esa casa existe. Aunque ella no está sola.
Un abrazo fuerte y mañanero…
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Que buen relato María, me ha gustado mucho, es muy visual y me has hecho vivirlo y sentirlo. Fantástico!!.
Petons
Cristina
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Hola, preciosa,
Si hay una cosa que me gusta de verdad es contemplar el mar o caminar por la orilla, por eso escribir sobre él me gusta.
Gracias por tus piropos.
Un abrazo bajo un cielo nubladete…
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Dos sois las que me habéis bañado con el chocolate del relato y dos sois las que habláis de mar en los vuestros… ains… sabéis perfectamente cuanto me gustan los besos de mar y traerlo aquí, en invierno sólo puede suponer que…
Si, me encantan… los relatos y los besos.
Un beso de esos que se dan en la costa… si, si, de la playa levantina…
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Es que dos, son muchas dos… o no? Y como sabemos que te gusta el chocolate, los relatos y el mar… lo hemos encargado para ti así, cercano, próximo y azul.
Besines de esos que viajan desde la costa levantina y se acurrucan justo ahí… que donde…? Ahí, hombre… en la mejilla. Ays!
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Sabes que eres de las pocas Chicas que cuando me das un beso en la mejilla me haces cosquillas…?
No mujer, en la columna vertebral, digo. ains…
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Ay, vaya susto me habías dado! En la columna, dices? Si ya me había dado cuenta de que… bueno de eso.
Muacks…
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Ay, María, María.
Vaya relato te has sacado de la manga. Precioso, de verdad.
Has acabado con todas mis esperanzas,con lo que me gusta a mí el chocolate. jeje
Esto no te lo perdonaré jamás de los jamases, taidora.
En serio, bello, bello lo que has escrito.
Un beso con sabor a ese mar.
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Ja, ja, Jesús, es que consigues siempre hacerme reír.
Gracias porque sé que tus palabras son desde el cariño. También te digo que si tengo una pasión es el mar. Bueno y la luna, por eso escribir sobre él es algo que me sale espontáneo.
Ah! Y tu relato también es muy bello, así que… hemos jugado y eso es lo importante.
Besines desde este ladito que aunque nublado aún se conserva sereno…
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Hermosas descripciones. El mar, la luna, el barco, la soledad y el corazón de ella…
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El mar, la luna, todo lo que tenga que ver con el mar es fascinante, verdad?
Y ella que su corazón se mueve con ese ritmo implacable de las olas…
Gracias, Rubén por pasarte por aquí.
Un abrazo desde este lado del mar…
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Siempre atento… una rosa para tu escritorio…
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Ayyy! Gracias, Rubén,
La he cogido con mucho cuidado y después de ponerla en agua la he contemplado durante un ratito y es muy bella.
Un abrazote de esos grandes…
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felices fiestas querida amiga y que siempre te atropelle la dicha. Salud y besos.
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Si es por los dicha siempre me dejaré atropellar, Rubén.
Que tengas tu también unas fiestas muy, muy felices.
Abrazos cercanos
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Pues me ha tocado de cerca. En una novela que estoy escribiendo (siempre la estoy escribiendo y nunca se termina) le hago decir al personaje una frase que siempre dije para mí mismo: no podría vivir lejos del mar. Cuando me siento cansado o mi ánimo no es el mejor, caminar a orillas del mar es lo mejor que puede pasarme.
Hermosa prosa poética María, felicitaciones.
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Hola, Borgeano,
¿Sabes? Puede sonar a tópico, pero es cierto que hay personas que cuando están lejos del mar lo echan muchísimo de menos. Y ese es mi caso. Tengo la suerte de vivir a su vera, pero cuando he tenido que estar lejos, al regreso he ido rápidamente a verlo.
Y sí, tienes razón pasear cerca o tan sólo contemplarlo, te da serenidad.
Gracias por tu comentario y por pasar por aquí.
¡Ah! y espero leer alguna vez esa novela que no se termina.
Un abrazo desde este ladito del mar…
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