Me presentas…?

Y volvieron a pedírmelo…

¿Es posible que presentes mi libro de poemas?, me dijo.

Y me miraba, con esa expresión tan dulce en los ojos azules, que no pude negarme.

Pero al minuto siguiente, en una de esas conversaciones conmigo misma que suelo tener, ya me había arrepentido. Y no porque mi poetisa no se mereciera que yo la presentara, noooo. Ella, se merece una presentación única e inolvidable. Sino, porque esa timidez, que puede conmigo cuando me enfrento a un auditorio superior a más de tres personas, empezó a manifestar su presencia. Una presencia que resulta tan insistente, que no deja que la olvides.

Prefiero las distancias cortas, pensé! Además…

Yo, no soy capaz de hablar de la técnica, de la métrica, del estilo. Yo, solo sé hablar de la autora, de sus motivaciones, de lo que me inspiran a mí sus versos…

Entonces, adelante, me dijo la poetisa!

Y leí sus versos y los sentí con la misma intensidad con los que ella los escribió. Sufrí con ella, reviví su dolor, su angustia y su renacer a una vida que la esperaba. Compartí su despertar a la poesía, mientras la convertía en un bálsamo para su dolor.

La poesía de Luisa, es la fuerza de una mujer que, ha desnudado su alma, para volver a encontrarse.

Así que allí estaré en la Librería Alibri de Barcelona… intentando regalarle la mejor presentación de la que yo sea capaz.

 Me encantaría que me acompañarais los que estáis cerca, y también los que estáis allá o más allá, pero sé que vosotros, sólo  podéis acompañarme, en vuestro pensamiento.

Os espero…

Y, hasta ese día, aquí os dejo una pequeña muestra de la poesía de Luisa López Gómez (http://soledadnoelegida.blogspot.com.es):

«Me sangró la voz
de recitarte en todos mis poemas.
Me sangraron los labios
de imaginar tus besos
en todos mis amaneceres.
Me sangraron los sueños
de soñarte en todas mis noches.
Me sangraron los ojos
de llorarte todas mis lágrimas.
Me sangraron  las manos
de escribirte tantos te quieros.
Me sangró la vida
de no tenerte en ella.»