Una amiga querida, me dijo que tengo muchas hadas madrinas (yo creo que hados padrinos, también) a mi alrededor y Felicitas es una de ellas. Su presentación, su prólogo han sido dos regalos para mí.
Aquí os lo dejo.(Imagen de S. Hermann y F. Richter de Pixabay)
Tuve la alegría de acompañar a María G. Vicent en la presentación de su poemario, «Mientras la vida soñaba», el pasado 8 de febrero en Barcelona. Una velada mágica en la que los versos de María nos emocionaron y conmocionaron.
He tenido el honor de prologar sus versos. Lo comparto con vosotros. Un pequeño anticipo de lo que encontraréis dentro las páginas de su poemario.
El escritor suele reflejarse en lo que escribe aunque esté construyendo ficción. Pero en poesía ese reflejo es aún más intenso e íntimo. Diría que inevitable. Estoy convencida de que el poeta nace, no se hace, y María G. Vicent, nació con esa impronta. Ya lo evidenció en sus dos libros de narrativa, En clave de Pasión desde Marylebone y La fragilidad de las Ipomeas, en los que la poética está presente de manera palpable.
Plasmar emociones, y más en un poema, significa mostrar el…
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Te miro, me miras... Nos miramos. 
Un grupo de hadas maravilloso de las que tú también formas parte, María. Enhorabuena por tu magnífico libro y por el prólogo de Felicitas.
Muchos besos, amiga.
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Felicidades a ambas.
Que palabras mas bellas y los versos.
Me encanta.
Gracias por compartir.
Un gran abrazo con el corazón.
Enhorabuena!!! María.
💙💙💙
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Gracias, Esperanza!
Compartir contigo mis versos, es un regalo inmenso.
Muchos abrazos, querida.
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Dios te guarde mi niña.
Te deseo todo el éxito de la vida. Aunque ese ya lo has logrado por tu gran tenacidad y constante trabajo.
Mi cariño siempre.
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🥰🥰🥰🥰
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