No iré por caminos trillados
marcados por otros destino.
Caminaré bajo las estrellas fugaces,
mientras recorro el mar y sus orillas.
Suspendida en los ojos del ocaso,
buscaré un sueño perdido.
Cabalgaré en el viento,
hasta playas sembradas de vida.
y quizá me convierta en cielo,
al cruzar mis alas con las del ave audaz,
que surgió de sus cenizas.
No, no iré guiada por voces,
que son cantos de sirenas.
ni me abandonaré al hastío de viejas leyendas.
Empujaré con mi aliento,
la rueda de la vida,
y allí donde todo acaba,
dejaré constancia de mis días.
Te miro, me miras... Nos miramos. 
Hermoso, María.
Abrazos de primavera.
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Gracias, isabel!
El día que no pueda escribir un poema, ese día me sentiré demasiado triste.
Un abrazo inmenso.
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Mi querida María.
No he podido evitar al leer tus versos del aquel fiero alegato de Cyrano de Bergerac (mi héroe).
«Pero cantar… soñar…. reír, vivir, estar solo
ser libre
tener el ojo avizor
la voz que vibre
ponerme por sombrero el universo,
por un sí o un no batirme o hacer un verso,
despreciar con valor la gloria y la fortuna,
viajar con la imaginación a la luna,
sólo al que vale reconocer los méritos,
no pagar jamás por favores pretéritos,
renunciar para siempre a cadenas y protocolo,
Posiblemente no volar muy alto,
pero solo.»
Besos floridos y hermosos como corresponden en Mayo
Mitxel
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Querido Mitxel,
Dejarme llevar por todo aquello que me hace feliz. y no sentirme egoísta por eso. Quizá sea eso lo que persigo.
Pero, siempre en compañía.
Me encanta tu héroe.
Un abrazo grande, grande.
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Un viaje muy hermoso, con un componente épico muy evocativo (a mi parecer)…te imagino escribiendo, mientras el viento arrastra la arena y borra la huella de los pasos…
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Esas huellas que quizá otros deseen recorrer, pero, que sólo me sirven a mí.
Contenta de «verte» Quirico.
Muchos abrazos!
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